Conocerlo fue Amarillo, la alegría me invadió. 

Tenerle como amigo y demostrarle que le quiero fue rosa.

Perderle fue azul, como si nunca lo hubiese conocido. 

Extrañarle fue como un gris oscuro, estaba completamente sola.

 Olvidarle fue como conocer a alguien que jamas conociste, un negro que no te deja ver nada. 

Un verde con la esperanza de volver a tenerte. 

Pero amarlo fue rojo.

 Y verte hoy y ver que me sonríes eso ya no tiene color.